La Zona Amstel tenía un espacio de consumo, que representaba el corazón de la fiesta Amstel, donde los asistentes podían deleitarse con la buena música y disfrutar de sus Amstel bien heladas; y la zona de entretenimiento, un espacio dedicado exclusivamente a la diversión, donde desafiantes dinámicas pusieron a prueba las habilidades de todos los participantes, premiando a los más atrevidos con momentos únicos y emocionantes premios sorpresa.